“Imagination
is more important than knowledge. Knowledge is limited”
(Albert Einstein)
Como profesora soy consciente del papel
tan importante que la creatividad tiene en el proceso de aprendizaje y de que
la profesora tiene que ser un poco actriz en clase. No quiero ser yo la que le
mate la creatividad a un niño en la escuela, me gustaría ser en cambio la
profesora que la propicie todo el tiempo. Recientemente me apunté a un curso de
interpretación (en Diorama Arts Studio en Londres para los interesados) con el
que no puedo estar más contenta; aparte de pasármelo genial me está sirviendo
mucho para desarrollar mi creatividad y perder el miedo “escénico” al hablar
frente a un grupo de personas que me observan, especialmente mientras hablo la
L2. Los adultos normalmente por miedo al error nos cohibimos y dejamos la
originalidad a un lado. Yo personalmente soy una persona bastante abierta,
divertida y siempre estoy dispuesta a “hacer el tonto”, sin embargo asistir a estas clases
está siendo y estoy segura que continuará siendo enormemente beneficioso para
mí.
La mayoría de las veces que aprendemos una
segunda lengua es para ganar acceso, a través de la interacción verbal, a la
comunicación con personas que hablan esa lengua.” (Bialystok, Ellen, 1994). Para aprender una segunda lengua no solo
es suficiente la gramática, algo que es claramente imprescindible, sino también
es muy importante el tema cultural. La gramática SÍ es importante pero no es lo único, la
imaginación es muy importante también y el teatro es una manera ideal a través
de la cual llevar a cabo esta idea. En resumen, este aprendizaje es un ejercicio que implica todo nuestro
sistema cognitivo.
Gerd Brauer (2002) se pregunta en su libro Body and Language la razón, en cuestión de enseñanza
interdisciplinaria, de por qué los profesores no se atreven a mover a los
estudiantes de sus asientos y así integrar el cuerpo a la teoría y práctica de
la interdisciplinariedad, ya que para aprender una lengua extranjera hay que
activar tanto el cuerpo como la mente. Es bastante interesante puesto que las
actividades de interacción son verdaderamente importantes ya que son este tipo
de actividades las que favorecen la adquisición de una lengua.
En una clase de lengua extranjera es
primordial que, al contrario que en otro tipo de clases, donde el profesor
habla y los alumnos escuchan pasivamente, el alumno se involucre en la clase y
el profesor sea el que medie en estas intervenciones. El teatro entonces les
puede ofrecer a estos alumnos, tengan la edad que tengan, un contexto en el que
se verán forzados a utilizar sus recursos lingüísticos para así mejorar sus habilidades
lingüísticas.
Desde mi punto de vista, habiendo sido
también una de las directoras del teatro de fin de curso con alumnos de español
en la Universidad de Amherst (USA) creo importante señalar que el teatro en la
enseñanza tiene muchas posibilidades pedagógicas. Tal y como el “role play” es
una estrategia muy útil en una clase de idiomas, el teatro también puede serlo
de la misma manera. La función de este tipo de teatro no es realmente el
producto final, en realidad se basa en la escenificación de las obras o escenas
cortas como un proceso de aprendizaje continuo con un fin didáctico, el cual en
este caso es entonces aprender o mejorar el idioma español.
El teatro como técnica didáctica en la
enseñanza de una lengua extranjera nos hace involucrarnos en los aspectos más
emocionales de una lengua. Se amplía el vocabulario, se mejora la capacidad
comunicativa y la pronunciación y ayuda a que algunos alumnos pierdan la
timidez.
Gerd Brauer (2002) declara que el teatro
pedagógico incrementa la autoestima, la seguridad en uno mismo y la
espontaneidad. Además expone que el proceso de usar el drama para enseñar
lenguas ha incrementado con la popularidad del enfoque comunicativo, con el
cual los estudiantes utilizan el lenguaje con un propósito.
Las actuaciones teatrales vienen a ser un
acercamiento al uso diario de una lengua y resultan de gran satisfacción tanto para el
profesor o profesora como para los alumnos porque el duro trabajo de ambos se
termina convirtiendo en una actividad que hace disfrutar tanto a sus
participantes como directores.
Brauer, Gerd. Body and Language : Intercultural Learning
Through Drama. Greenwood, 2002.
Bialystok,
Ellen, and Kenji Hakuta. In Other
Words: the Science and Psychology of Second-language Acquisition. New York:
Basic, 1994.
Hola Carolina,
ResponderEliminarSiempre es gratificante ver que alguien se interesa por el uso del teatro en la enseñanza de ELE. Me permito decir que hace ya algunos años publiqué un libro, Tablas, que propone una actividad teatral sostenida en el tiempo. Si no lo conocieras, puedes ver la información correspondiente en la página web de la editorial Edinumen.
Cordial saludo,
Jan Peter Nauta